La conexión es el corazón de la videollamada
Pocas cosas frustran más que una videollamada que se congela o se corta. En la era del trabajo remoto, la estabilidad de la conexión es esencial. La fibra óptica ofrece una velocidad simétrica —subida y bajada iguales— que mantiene la imagen nítida y el audio sin interrupciones.
Incluso si tu servicio es rápido, la ubicación del router influye. Un router mal colocado puede causar zonas sin señal. Lo ideal es tenerlo en el centro de la casa y, si es posible, conectar el equipo mediante cable Ethernet.
Pequeños cambios, grandes resultados
A veces los problemas no son técnicos, sino de uso. Cerrar pestañas, pausar descargas y mantener el sistema operativo actualizado mejora la calidad de la llamada. También conviene usar auriculares con micrófono y una buena iluminación para transmitir profesionalismo.
Checklist útil:
Reiniciá el router una vez por semana.
Evitá videollamadas cuando haya streaming en otra habitación.
Usá cámaras HD solo si tu conexión lo soporta.
Prepará tu red para el día a día
Con más personas conectadas desde casa, el ancho de banda se reparte. Aumentar la velocidad contratada puede ser una inversión clave si hacés videollamadas a diario.
